Una pailleuse (Salón de la Pailleuse) era un taller para fabricar fundas de paja para botellas, conocidas como paillons (tallos). En la época en que las botellas se fabricaban con vidrio, la paja se utilizaba para transportar vino, cerveza, etc. Era una industria muy rentable porque la materia prima, el centeno, era abundante y barata y, sobre todo, porque la mano de obra, compuesta por mujeres y niños, estaba muy mal pagada.
Estas mujeres trabajaban 12 horas al día, y necesitaban unas 2500 pajas para ganar 1,25 francos. Se declararon en huelga varias veces para conseguir un salario digno, pero sin éxito. En 1907, se unieron a las principales huelgas de los recolectores de residuos. Para ellos, fue una larga lucha que duró hasta 1919. La actividad cesó después de la guerra debido a la falta de demanda de los principales viticultores bordeleses. En Morcenx, había hasta cinco sopladores de paja: uno a la salida de Morcenx-Bourg y los demás en Morcenx-Gare.