Los músicos de La Cigale, al igual que Lous Cigalouns de Mourseuns, un grupo folclórico formado en 1946, soñaban con un nuevo quiosco. Finalmente, el 19 de febrero de 1948, se decidió construir un quiosco de mampostería en medio de lo que hoy es la Place Aristide Briand. El proyecto fue encomendado al arquitecto bayonés André Bergès. El emplazamiento elegido es idéntico, en la encrucijada de los dos caminos que atravesaban la antigua plaza, los antiguos callejones que llevaban de la estación a la iglesia y un camino que unía la calle Brémontier con la actual calle Salengro.
De forma octogonal y adornado con una hermosa puerta de hierro forjado, este robusto templete permitió celebrar conciertos, bailes al aire libre y fiestas de los Cigalouns en mejores condiciones. Su aspecto general ha evolucionado con el paso de los años. Diseñado para albergar a unos treinta músicos —cifra que correspondía al número máximo de miembros de la Cigale en 1948—, su capacidad pronto resultó insuficiente, obligando al municipio a realizar obras de ampliación y transformación para que todos los músicos de la orquesta pudieran ocupar sus puestos. La puerta de hierro forjado fue la más afectada por estas mejoras.
